A veces, ayudar a los demás también te ayuda a ti.
El mundo tiene muchos problemas urgentes: inseguridad alimentaria, guerras y conflictos, enfermedades infecciosas, escasez de agua, pobreza extrema. Está claro que el voluntariado es importante. Pero los beneficios van más allá del altruismo. Las investigaciones demuestran que también aporta beneficios al voluntario, algunos de ellos sorprendentes. He aquí 11 de ellos:
- El poder de cambiar vidas. Ya sea recogiendo suministros para un banco de alimentos, construyendo un hogar para una familia o acogiendo o adoptando una mascota abandonada o maltratada, estás haciendo un cambio tangible en la vida de una persona (o de un animal). Y lo que es mejor, les das esperanza.
- La posibilidad de implicar a más gente. Cuando eres voluntario, estás dando a conocer una organización y su causa. Y a menudo mencionas tu servicio a amigos y familiares, quizá incluso sin darte cuenta de que lo estás haciendo. Puede que incluso publiques algo al respecto en tus redes sociales, lo que corre la voz. Eso puede animar a más gente a participar.
- A sensación física de satisfacción. Hay pruebas científicas de que el voluntariado afecta positivamente al cuerpo. Los estudios demuestran que cuando las personas hacen donaciones benéficas, ya sea económicamente o a través del voluntariado, activan el sistema mesolímbico, la parte del cerebro responsable de la sensación de recompensa. El cerebro libera sustancias químicas que te hacen sentir bien y te incitan a realizar más actos bondadosos. Los psicólogos lo llaman "subidón del ayudante".
- Nuevos amigos y amistades más fuertes. Cuando ayudas a los demás, emites vibraciones positivas, que pueden influir positivamente en los compañeros y mejorar tus amistades, creando vínculos fuertes y duraderos. Por ejemplo, si te ofreces como voluntario para orientar a niños, es muy probable que conozcas a personas que se preocupan por los más pequeños. El voluntariado es una forma excelente de encontrar personas afines.
- Conexión y confianza. Acalla la voz interior que te dice que no eres suficiente. Se ha comprobado que las personas que hacen voluntariado tienen mayor autoestima y bienestar general. Los expertos explican que cuanta más conexión sientas, mayor será tu autoestima.
- Habilidades sociales y de creación de redes. El voluntariado es una actividad social, por lo que puede aumentar tu lista de contactos importantes. Por ejemplo, las personas con las que trabajas como voluntario son grandes candidatos para las cartas de recomendación. Al fin y al cabo, son las personas que te han visto interactuar con los demás y enfrentarte a nuevos retos.
- Disposición para enfrentarse al mundo. Las personas que participan en actividades de voluntariado se sienten recompensadas y más realizadas. Los voluntarios afirman que ayudar a los demás enriquece su sentido de la responsabilidad y les capacita.
- Valor para los centros de enseñanza y las empresas. La experiencia como voluntario puede diferenciarte de otros candidatos a puestos de trabajo y universidades. Tu experiencia de voluntariado les dice que eres ambicioso, que te preocupas por tu comunidad y que estás dispuesto a trabajar para cambiar las cosas.
- Una oportunidad para devolver el favor. La amabilidad es contagiosa. El simple hecho de ver a alguien ayudar a otra persona nos hace sentir bien. Y eso nos inspira a hacer algo altruista nosotros mismos.
- La sensación de disponer de más tiempo. El voluntariado no te dará literalmente más de 24 horas al día. Pero hace que esas horas parezcan más satisfactorias. De hecho, los estudios demuestran que los voluntarios tienen la sensación de disponer de más tiempo.
- Sentimientos de gratitud. Ayudar a los demás es una forma maravillosa de ganar perspectiva sobre tu propia situación, y eso puede hacer que aprecies más lo que tienes.